En la actualidad, existe una gran cantidad de evidencia que demuestra la relevancia de los factores psicológicos y sociales en la perpetuación del dolor. En el dolor crónico, las alteraciones en sistemas físicos pueden llevar a cambios conductuales, determinados por modificaciones en circuitos neurales causadas por un procesamiento psicológico alterado.
Siempre se creía que la intensidad del dolor en los pacientes con Artritis, derivaba del daño a las articulaciones.
La medida del dolor no sólo está relacionada con los daños, también puede extenderse a partes cercanas del cuerpo que no muestran signos directos de artritis.
Los científicos han investigado si existe alguna relación entre el dolor sufrido por los enfermos de fibromialgia y los pacientes con artritis. Se centraron en la forma en que perciben el dolor las personas con estas enfermedades.
¿Por qué el dolor se percibe de manera diferente al de otras enfermedades?.
El estudio midió las ondas cerebrales, mediante pulsos cortos de láser aplicados en la piel de pacientes que sufren de fibromialgia y dolor artrítico. Los científicos descubrieron que la corteza ínsula (una estructura del cerebro humano), que se encuentra ubicada profundamente en la superficie lateral del cerebro, aumentó su actividad en el momento que esperaban que se les aplicaran los pulsos dolorosos.
El aumento de actividad en esta parte del cerebro está vinculada a una amplia gama de fenómenos, incluyendo la sensación física y el procesamiento emocional y puede explicar por qué algunos pacientes perciben el dolor más intensamente. Es interesante que en el momento en que los pacientes esperaban un estímulo doloroso, se redujeran las respuestas en la parte frontal del cerebro.
Este tipo de reacción corresponde con las escasas maneras de lidiar con el dolor en ambos grupos de pacientes.
Creemos que aumentando directa o indirectamente la actividad en esta parte del cerebro, es probable que se genere menor sensibilidad a como sienten el dolor y así los pacientes serían capaces de lidiar con el dolor de mejor manera.
La investigación muestra que existe una relación entre lo que ocurre en el cerebro de un paciente con fibromialgia y osteoartritis al estar esperando el dolor. Está comprobado que la fibromialgia a menudo se produce después de un evento estresante.
Estos pueden ser eventos de la vida traumáticos, emocionales, físicos (una colisión de vehículos) o médicos (como ciertas infecciones).
La complejidad de los mecanismos neurofisiológicos, que intervienen en el mantenimiento del dolor crónico, explica que muchas veces fracasen las terapias simples, en la obtención de alivio. Y se ha visto una mayor eficacia de los tratamientos multidisciplinarios, comparados con tratamientos médicos convencionales.
Existen factores ambientales y rasgos de personalidad característicos, que facilitan la cronificación del dolor.
El dolor crónico, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico y otras enfermedades autoinmunes, también pueden causar fibromialgia.
El estudio: 'Psychosocial aspects of chronic widespread pain and fibromyalgia'
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