El dolor causado por la fibromialgia tiende a variar.
En los días en los que el dolor aumenta, todo lo que intentas hacer puede
parecer más difícil. Es fácil desanimarse.
Una de las cosas más difíciles de aceptar, puede ser que no existe cura para la
fibromialgia.
Los cambios en el estilo de vida y los medicamentos, pueden reducir la gravedad del dolor o la
fatiga, pero seguirás teniendo días buenos y días malos. Cuando el dolor o la fatiga es fuerte,
quizá no puedas pensar con claridad. Un acrecentamiento de los síntomas puede generarte
estrés y desesperación, si no estás correctamente preparado.
En cambio, tener un plan a seguir te brinda una sensación de control sobre tus dolores y
síntomas.
Escribe tus opciones para hacerle frente a esta afección y guarda la lista en un lugar
donde puedas encontrarla cuando sientas que se aproxima un mal día.
Puede haber distintas tácticas que funcionan mejor para algunas personas que para otras.
Algunas pueden servir adecuadamente para ti un día, pero no al día siguiente. Por ello, es
conveniente contar con una variedad de opciones para elegir.
Tratar de convertir los pensamientos negativos en positivos requiere práctica, pero vale la
pena el esfuerzo y nos puede ayudar muchísimo.
Pensamientos negativos:
• No puedo hacer nada por mis síntomas.
• No tengo control sobre mi felicidad. El dolor me controla.
• Mis compañeros de trabajo están molestos conmigo. Piensan que no estoy poniendo
lo mejor de mí.
Pensamientos positivos:
♦ Puedo hacer muchas cosas. Solo necesito tener mi propio ritmo y descansar.
♦ Puedo controlar mi felicidad. Puedo ser feliz y disfrutar de la vida a pesar del dolor.
♦ Haré el mayor esfuerzo posible y me sentiré bien por mis logros.
Podrías sentir la tentación de estar solo, pero resiste ese impulso.
Si bien tener algo de tiempo solo es una buena manera de relajarte, aislarte durante días puede
terminar haciéndote sentir peor aún. Cuéntale a un amigo o familiar comprensivo que te
sientes frustrado o agobiado. Los grupos de apoyo presenciales o en línea, te relacionan con
personas que también estén lidiando con la fibromialgia. Además del consuelo que brinda
hablar con personas que se enfrentan a los mismos desafíos, los miembros suelen compartir
de qué manera tratan su fibromialgia y las herramientas con las que enfrentan la condición,
estos comentarios, sugerencias y consejos podrían ayudarte a ti también.
Trata de evitar los grupos que se enfoquen exclusivamente en lo desdichados que
se sienten todos. Es mucho más útil buscar un grupo de personas que se enfoquen en lo
que pueden hacer y que compartan historias alentadoras sobre las técnicas que han usado
para controlar sus dolores. Personas que comenten las cosas buenas de su vida a pesar de la
fibromialgia.
A veces ayuda pensar en la cantidad de energía que tienes como monedas en una alcancía.
Tienes que priorizar las tareas para no quedarte sin monedas antes de terminar el día.
Modera el ritmo y toma descansos frecuentes.
Esta mentalidad es fundamental los días en que se acrecientan los síntomas.
Revisa tu agenda. Identifica qué es imprescindible y qué no lo es. Enfoca tu energía solamente
en lo que es muy necesario.
Priorizar las tareas puede ayudar a reducir el estrés. Las personas que se estresan demasiado a
menudo tienen los músculos tensos, lo que suele amplificar el dolor producido por la
fibromialgia.
Pide ayuda cuando la necesites
Prepara una lista de las personas que puedan ayudarte cuando tengas días malos.
Tal vez un familiar puede estar dispuesto a prepararte las comidas o hacer los mandados del
día. Quizás no quieras sentir que eres una carga, pero tus amigos y tu familia te quieren y
desean ayudarte.
Otra opción es separar las grandes tareas, en tareas más pequeñas que
puedan dividirse entre todas las personas de la casa.
Si todos ayudan un poco con la cocción y la limpieza después de una comida, el lavado de la
ropa y demás tareas del hogar, no recae todo el peso sobre una sola persona.
Hacer las compras online en una tienda de comestibles local que haga entrega a domicilio,
podrían ayudarte a no tener que salir en un día difícil. Usar el transporte público o un taxi
puede ser una manera más fácil y menos estresante de viajar.
Busca distracciones
Identifica las actividades que te distraigan de tus síntomas. Por ejemplo:
♣ Películas divertidas
♣ Libros fáciles de leer
♣ Salidas con amigos
♣ Tus museos preferidos
♣ Recorrer caminos hermosos
Relajación
Reserva tiempo todos los días para relajarte. Añade más tiempo de relajación los días en los
que se aumenten tus síntomas de fibromialgia.
A continuación te presentamos algunas técnicas de relajación:
• Ejercicios de respiración profunda.
Inhala lenta y profundamente por la nariz mientras
cuentas hasta cinco. Mantén el aire en los pulmones mientras cuentas hasta cinco y, luego
exhala lentamente por la boca mientras cuentas hasta diez.
• Relajación muscular progresiva.
Contrae y relaja las partes del cuerpo de a una,
empezando por la cabeza o por los pies.
• Meditación.
Enfocar tu atención en un único objeto o repetir un sonido en particular puede
ayudar a calmarte y relajarte los músculos.
• Visualización.
Haz un viaje imaginario a un lugar hermoso. Utiliza todos tus sentidos para
sentir el lugar lo máximo posible. Siente el calor del sol. Escucha los pájaros.
Cuanto más seguido utilices estrategias de afrontamiento buscando soluciones viables, más
fácil se volverá tu vida. Algo que en el pasado te ha funcionado puede no funcionar hoy, así
que sé flexible y prueba con la siguiente estrategia de tu lista.
Al padecer de fibromialgia es inevitable que tengas días difíciles. Pero planear tu vida y tus
actividades con anticipación, puede ayudarte a tomar el control de los días malos,
para que el dolor de la fibromialgia no te controle a ti.
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