Todas las personas sienten estrés en algún momento.
El estrés puede darnos energía cuando más la necesitamos, como al competir en un deporte, trabajar en un proyecto importante o enfrentar una situación peligrosa.
Su cuerpo reacciona ante el estrés liberando hormonas. Estas hormonas hacen que su cerebro esté más alerta, causan que sus músculos se tensionen y aumente su pulso. A corto plazo, estas reacciones son buenas porque pueden ayudarle a manejar la situación que causa el estrés en el momento. Esta es la manera en que su cuerpo se protege a sí mismo.
Tómese unos momentos para aprender cómo el estrés crónico afecta su salud y qué puede hacer para corregirlo:
Debido a que la fuente del estrés a largo plazo es más constante que en los casos del estrés agudo, el cuerpo nunca recibe una señal clara para volver a funcionar normalmente. Con el estrés crónico, esas mismas reacciones del cuerpo que salvan vidas pueden alterar el sistema inmunológico, digestivo, cardiovascular, del sueño y reproductivo. Algunas personas experimentan principalmente síntomas digestivos, mientras que otras pueden tener dolores de cabeza e insomnio, sentir tristeza o enojo o mostrar irritabilidad.
La tensión continua que produce el estrés en el cuerpo puede contribuir a problemas graves de salud, como enfermedades cardíacas, presión arterial alta, diabetes y otras enfermedades incluidos trastornos mentales como la depresión o la ansiedad.
Afortunadamente hay maneras de manejar el estrés.
Si toma medidas para controlar su estrés, puede reducir el riesgo de los efectos dañinos para la salud.
Algunos consejos que pueden ayudarle a sobrellevar el estrés:
Sea observador.
Sepa reconocer cómo responde al estrés, por ejemplo: dificultad para dormir, aumento del consumo de alcohol y otras sustancias ilícitas, enfadarse fácilmente, sentirse deprimido y tener poca energía.
Hable con su médico.
Tome la iniciativa y consiga una atención correcta para sus problemas de salud. Los tratamientos eficaces pueden ayudar si el estrés está afectando sus relaciones o su capacidad para trabajar.
Haga ejercicio de manera regular.
Una caminata diaria de tan solo 30 minutos pueden ayudarle a mejorar su estado de ánimo y su salud.
Pruebe una actividad relajante.
Incorpore meditación, relajación muscular o ejercicios de respiración. Programe horarios diarios para estas y otras actividades saludables y relajantes.
Establezca objetivos y prioridades.
Decida qué debe hacer ahora y qué puede quedar para otro momento, y aprenda a decir no a lo que le esté imponiendo una sobrecarga de trabajo. Tenga en cuenta lo que sí ha logrado al final del día, no lo que quedó en el camino.
Manténgase conectado.
Usted no está solo. Manténgase en contacto con personas que pueden ofrecerle apoyo emocional y ayuda práctica. Para reducir el estrés, pida ayuda a amigos, familiares y cualquier otro lugar donde se sienta contenido.
Considere participar en un ensayo clínico.
Los investigadores del Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) y otros centros de investigación en todo el país están estudiando las causas y los efectos del estrés psicológico y las técnicas de manejo del estrés. Puede obtener más información en inglés sobre los estudios que están reclutando participantes en 'Join a Study' o 'ClinicalTrials.gov' (palabra clave: 'stress').
Párr. de: NIH
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