Fibromialgia y Riesgo Cardíaco: Lo que necesitas saber
La fibromialgia es un trastorno crónico caracterizado por dolor músculo esquelético generalizado, fatiga, problemas del sueño y sensibilidad aumentada. No se trata de una enfermedad cardíaca, pero los estudios han mostrado que las personas con fibromialgia pueden tener un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Imagen de: fibromialgiaS
Este riesgo
no se debe a un solo motivo, sino a una combinación de aspectos orgánicos,
emocionales y del estilo de vida que acompañan a la fibromialgia. Comprender
esta relación es primordial para mejorar la prevención y el bienestar general.
¿Por qué
hay mayor riesgo cardiovascular en la fibromialgia?
Aunque la
fibromialgia no daña directamente el corazón, sí puede afectar al sistema
nervioso autónomo, puede provocar estado inflamatorio prolongado y de bajo
nivel y aumentar factores como el estrés, el sedentarismo o el insomnio, todos
los cuales influyen en la salud cardiovascular.
Principales
factores de riesgo cardiovascular en personas con fibromialgia
1.
Disfunción autonómica
Las
personas con fibromialgia pueden presentar una alteración en el sistema
nervioso autónomo, lo que afecta la regulación del ritmo cardíaco y la presión
arterial. Esto puede traducirse en:
- Palpitaciones
- Intolerancia ortostática
- Menos variación en los intervalos de tiempo entre los latidos del corazón (asociada a peor pronóstico cardiovascular)
2. Estado inflamatorio prolongado y de bajo nivel que no se caracteriza por los síntomas típicos de la inflamación aguda.
Aunque la
fibromialgia no es una enfermedad inflamatoria clásica, se ha observado un leve
aumento de marcadores inflamatorios, como la proteína C reactiva (PCR), que
pueden contribuir al daño endotelial (alteración de la capa de células que recubre el interior de los vasos sanguíneos) y al
desarrollo de enfermedad arterial.
3. Estrés y
ansiedad crónicos
Los niveles elevados de estrés, ansiedad y depresión, muy frecuentes en fibromialgia, aumentan la actividad del sistema simpático (es una parte del sistema nervioso autónomo que prepara al cuerpo para una respuesta de "lucha o huida" ante situaciones de estrés o peligro), elevan el cortisol y la presión arterial y están fuertemente ligados a eventos cardiovasculares.
4. Trastornos
del sueño
- El sueño no reparador o interrumpido, común en la fibromialgia, se asocia con:
- Mayor presión arterial nocturna
- Alteración del metabolismo
- Mayor riesgo de obesidad y diabetes tipo
5.
Sedentarismo
El dolor
constante y el cansancio llevan a muchas personas con fibromialgia a evitar la
actividad física. Sin embargo, el sedentarismo es un factor de riesgo para:
- Hipertensión
- Obesidad abdominal
- Colesterol alto
- Infarto y accidentes cerebrovasculares
6. Uso
prolongado de algunos medicamentos
Algunos tratamientos usados para aliviar el dolor, como los anti inflamatorios (grupo de medicamentos ampliamente usados para aliviar el dolor, reducir la inflamación y bajar la fiebre) o ciertos antidepresivos, pueden afectar la presión arterial o el metabolismo si se usan a largo plazo sin supervisión médica.
7 Estrategias para reducir el riesgo
cardiovascular en fibromialgia
- Actividad física suave pero constante: caminar, yoga, natación o tai chi
- Alimentación antiinflamatoria (basada en vegetales, omega-3, poco azúcar)
- Manejo del estrés: meditación, mindfulness, terapia psicológica
- Dormir mejor: establecer rutinas, higiene del sueño y control de estímulos
- Control médico regular: seguimiento de presión, colesterol, glucosa
- Apoyo emocional y psicosocial: clave para reducir la carga mental
La fibromialgia no es solo dolor muscular: puede afectar la salud de todo el cuerpo, incluido el corazón. Por eso es fundamental enfocar el tratamiento de forma integral, contemplando los factores de riesgo cardiovascular y adoptando hábitos protectores.
"Tu salud cardiovascular también depende de cómo gestionas el estrés, el sueño y el movimiento. Y en la fibromialgia, eso es sumamente importante".
Estudios: Reumatología clínica,PMCPubMed Central, PUBMed,
Párr. de: Mayo Clinic,
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