Estudios han encontrado un gran porcentaje de pacientes que sufrieron Covid-19 reportan síntomas persistentes y prolongados después de la fase aguda de la enfermedad. Este síndrome post COVID-19 agudo puede manifestarse con secuelas en casi todos los órganos y sistemas del cuerpo.
Pero son particularmente llamativas las secuelas musculoesqueléticas, recientemente se ha descrito la presencia de un síndrome de dolor generalizado similar a la fibromialgia.
Un grupo de investigadores italianos estudió pacientes que habían presentado COVID-19 y que continuaban con síntomas musculoesqueléticos.
Se diseñó un cuestionario web con los criterios de American College of Rheumatology Convergence de 2010, adaptado para ser una herramienta viable, también incorporaron las siguientes escalas para medir síntomas de fibromialgia (Fibromyalgia Symptom Scale y el Fibromyalgia Impact Questionnaire).
Los investigadores recabaron información de la situación poblacional, enfermedades asociadas y otros datos clínicos importantes. Este cuestionario fue aplicado a adultos con antecedente confirmado de COVID-19 en los últimos 3 meses o antes. Ninguno de estos pacientes tenía antecedentes de dolor musculoesquelético crónico ni diagnóstico de fibromialgia.
Participaron 616 personas. La mayoría de los pacientes eran mujeres (77,4%) con una edad media de 45 años. 189 pacientes (el 30,7%) cumplieron con los criterios de clasificación de la fibromialgia.
Este grupo de pacientes tenían un mayor porcentaje de antecedentes de hospitalizaciones, una gran proporción requirió oxígeno, tenían obesidad (49,2%) e hipertensión arterial (27,0%).
Se concluyó que el sexo femenino y la obesidad eran factores de riesgo para presentar síntomas de fibromialgia. Dichos factores de riesgo también se asociaron con mayor gravedad del transcurso del COVID-19 en su fase aguda, por este motivo los autores señalan que es posible que el Covid-19 agudo sea el verdadero factor de riesgo para el desarrollo del dolor crónico generalizado.
Aunque no se ha esclarecido el mecanismo por el cual la COVID-19 podría desencadenar la aparición de fibromialgia, la evidencia sugiere que el daño vascular o neuromuscular inducido por la infección viral podría ser un mecanismo desencadenante.
¿Qué se sabe sobre este tema?
El síndrome post agudo de COVID-19 está emergiendo como una enfermedad compleja con una amplia gama de manifestaciones clínicas.
Las características clínicas de incluyen dolor musculoesquelético, fatiga, deterioro cognitivo y alteraciones del sueño.
¿Qué agrega este estudio?
Nuestro estudio sugiere que hasta el 30% de los pacientes pueden concordar con los criterios de fibromialgia.
La obesidad y el sexo femenino representan los factores de riesgo más importantes para la fibromialgia post COVID-19.
¿Cómo podría impactar en la práctica clínica?
Es razonable esperar que los reumatólogos pronto se enfrenten a un fuerte aumento de casos de esta nueva condición que definimos como 'FibroCOVID'.
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