Llamativamente, en la cultura de algunos países donde las ideas psicológicas han
sabido ganar su lugar, la Terapia Cognitivo-Conductual, un modelo de
intervención en clínica psicológica muy desarrollado en el mundo, ha tenido una
muy escasa trascendencia.
Sólo en los últimos años se observa un modesto interés hacia la misma, favorecido
quizás por la búsqueda de alternativas más breves en los tratamientos psicológicos, por la
aparición de nuevas patologías o sencillamente, por la globalización, que nos trae información
sobre los modos de abordaje hegemónicos en otros lugares del mundo.
En verdad, es una tarea sumamente difícil caracterizar en pocas palabras todo lo que es y, no
menos importante, lo que no es la Terapia Cognitivo-Conductual.
Recorramos, a manera de introducción, la historia del desarrollo de este nuevo visitante que
desde hace poco tiempo golpea las puertas de nuestra cultura 'psicología'.
La Terapia Cognitivo-Conductual posee cuatro pilares teóricos básicos.
El primero de ellos, surge a fines del siglo pasado a partir de las investigaciones del fisiólogo
ruso Ivan Pavlov, quien accidentalmente descubre un proceso básico de aprendizaje que luego
llamaría Condicionamiento Clásico.
Muy sucintamente dicho, se trata de un proceso por el cual las personas aprenden
relaciones predictivas ante estímulos del ambiente.
Nota:
la Terapia Cognitivo-Conductual es muy útil para aprender a afrontar los dolores
y demás síntomas de la Fibromialgia y cualquier enfermedad crónica.